El lunes 15 de febrero vino una colaboradora de Médicos Sin Fronteras a nuestro colegio. Nos informó sobre esta organización, su personal sanitario, nos habló acerca de la desnutrición y por último nos puso un vídeo sobre ayudantes de MSF.
Médicos Sin Fronteras es una organización no gubernamental, lo que quiere decir que el Estado lo subvenciona, por lo que siempre que tienen ir a ayudar a otro país no necesitan su permiso. Esto hace que su acción sea más rápida y eficaz. Además, nos informó a cerca de todo el personal que formaba MSF, y es que no solo hay médicos, sino también administrativos, psicólogos, y demás gente cualificada. También nos dijo que nosotros podemos colaborar económicamente, ya que para ir a ayudar personalmente hay que tener un título y llevar varios años trabajando para MSF.
Más avanzada la mañana nos habló del problema de la desnutrición. Personalmente fue lo que más me impactó, y me imagino que a mis demás compañeros no les dejó indiferente. Y es que, además de hablarnos sobre los tipos de desnutrición y de las escalofriantes cifras de muerte a causa de ella en los países subdesarrollados, también nos enseñó un brazalete que utilizan para detectar la desnutrición que sufren los niños a través de la circunferencia del brazo. Nos dijo que la zona verde de la pulsera significaba que el niño era una persona sana, la zona amarilla-naranja significaba que había riesgo de desnutrición, y la zona roja que existía un caso de desnutrición aguda. No me lo podía creer; el grosor que marcaba la parte roja del brazalete era como dos dedos míos.
(La fotografía muestra el cartel de esta campaña en la Gran Vía de Madrid, donde se ve a una niña con el brazalete marcando la parte roja)
Y por último, nos puso un vídeo sobre ayudantes de MSF que estaban ayudando en un campamento donde vivían con mujeres y niños. Pudimos ver como bañaban a los niños y les daban de comer unos sobres nutritivos de leche en polvo que contenían los nutrientes que necesitaban.
La verdad es que esta visita ha hecho que me dé cuenta realmente de la situación tan horrorosa que sufren tantos países en el mundo, y que nuestra ayuda, aunque sea pequeña, podemos ayudar a mejorar esta situación.
Médicos Sin Fronteras es una organización no gubernamental, lo que quiere decir que el Estado lo subvenciona, por lo que siempre que tienen ir a ayudar a otro país no necesitan su permiso. Esto hace que su acción sea más rápida y eficaz. Además, nos informó a cerca de todo el personal que formaba MSF, y es que no solo hay médicos, sino también administrativos, psicólogos, y demás gente cualificada. También nos dijo que nosotros podemos colaborar económicamente, ya que para ir a ayudar personalmente hay que tener un título y llevar varios años trabajando para MSF.
Más avanzada la mañana nos habló del problema de la desnutrición. Personalmente fue lo que más me impactó, y me imagino que a mis demás compañeros no les dejó indiferente. Y es que, además de hablarnos sobre los tipos de desnutrición y de las escalofriantes cifras de muerte a causa de ella en los países subdesarrollados, también nos enseñó un brazalete que utilizan para detectar la desnutrición que sufren los niños a través de la circunferencia del brazo. Nos dijo que la zona verde de la pulsera significaba que el niño era una persona sana, la zona amarilla-naranja significaba que había riesgo de desnutrición, y la zona roja que existía un caso de desnutrición aguda. No me lo podía creer; el grosor que marcaba la parte roja del brazalete era como dos dedos míos.
(La fotografía muestra el cartel de esta campaña en la Gran Vía de Madrid, donde se ve a una niña con el brazalete marcando la parte roja)
Y por último, nos puso un vídeo sobre ayudantes de MSF que estaban ayudando en un campamento donde vivían con mujeres y niños. Pudimos ver como bañaban a los niños y les daban de comer unos sobres nutritivos de leche en polvo que contenían los nutrientes que necesitaban.
La verdad es que esta visita ha hecho que me dé cuenta realmente de la situación tan horrorosa que sufren tantos países en el mundo, y que nuestra ayuda, aunque sea pequeña, podemos ayudar a mejorar esta situación.
Creo que a todos nos impactó el diámetro con el que la pulsera indicaba la desnutrición.