Los resultados iniciales de las colisiones de protones de alta energía del Acelerador de Partículas LHC permiten vislumbrar por primera vez la física de las partículas que se da en nuevos niveles energéticos, tras alcanzarse valores récord de energía en esos experimentos.
Un equipo de investigadores del MIT, el CERN y el Instituto de Investigación de Física Nuclear y de Partículas en Budapest, Hungría, ha completado el primer análisis de los resultados de esas colisiones. Los resultados muestran que las colisiones produjeron un número inesperadamente alto de partículas llamadas mesones (partículas que se forman por la energía desprendida tras los choques entre protones) Para su sorpresa, los autores del nuevo análisis encontraron que el número de esas partículas aumentó más rápidamente con la energía de la colisión que lo predicho por sus modelos, basados en los resultados de colisiones de menor energía.
Este hecho tendrá que ser tomado en cuenta cuando los físicos empiecen a buscar partículas más raras y el hipotético Bosón de Higgs (misteriosa partícula hipotética que proporciona masa a las otras partículas, así como evidencias de otros fenómenos físicos enigmáticos como la supersimetría y dimensiones extra del espacio)
Éste es el primerísimo paso en un largo camino que llevará a realizar análisis sumamente sensibles, capaces de detectar partículas que sólo se producen en una de cada mil millones de colisiones.
Un equipo de investigadores del MIT, el CERN y el Instituto de Investigación de Física Nuclear y de Partículas en Budapest, Hungría, ha completado el primer análisis de los resultados de esas colisiones. Los resultados muestran que las colisiones produjeron un número inesperadamente alto de partículas llamadas mesones (partículas que se forman por la energía desprendida tras los choques entre protones) Para su sorpresa, los autores del nuevo análisis encontraron que el número de esas partículas aumentó más rápidamente con la energía de la colisión que lo predicho por sus modelos, basados en los resultados de colisiones de menor energía.
Este hecho tendrá que ser tomado en cuenta cuando los físicos empiecen a buscar partículas más raras y el hipotético Bosón de Higgs (misteriosa partícula hipotética que proporciona masa a las otras partículas, así como evidencias de otros fenómenos físicos enigmáticos como la supersimetría y dimensiones extra del espacio)
Éste es el primerísimo paso en un largo camino que llevará a realizar análisis sumamente sensibles, capaces de detectar partículas que sólo se producen en una de cada mil millones de colisiones.